El edificio se ubica en una nueva area de la ciudad de Almería todavía sin consolidar.  Diseñamos un edificio claramente dividido en dos partes con diferentes necesidades funcionales y estructurales conectadas a través del acceso principal.

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Trabajamos con un edificio fraccionado por medio de patios que reducen su escala  y proveen de la correcta iluminación y ventilación tanto a las aulas como a los espacios de circulación. Por medio de dobles alturas en los pasillos conseguimos amplitud espacial y la continua relación entre los diferentes usuarios del edificio.

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Las fachadas se materializan por medio de grandes pantallas de hormigón blanco que sustentan el edificio, lo protegen del sol y controlan las vistas. Se disponen atendiendo a cuestiones estructurales y de escala, buscando acercar un edificio de gran tamaño a una escala humana.

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Establecemos una modulación racional que, por medio de movimientos sencillos, dota a la fachada de un ritmo que nos recuerda el propósito último del edificio que estamos diseñando: es música, danza y continuo movimiento.

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