Recibimos el encargo de la realización de un proyecto de pequeña escala y aparentemente sencillo. Había que acristalar una pequeña terraza de una vivienda unifamiliar siguiendo dos principios: debía poder ser usada tanto en invierno como en verano y debía de ser recubierta de verde, tal y como está ahora, pero proteger también de la lluvia.

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Analizando la situación y buscando el generar un impacto más amplio en la experiencia de nuestro cliente entendemos que el mayor problema de la casa es la ausencia de conexión entre la casa los espacios exteriores, problema causado por la existencia de un semisótano que desconecta la casa de su exterior debido a la diferencia de cota 

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El objetivo del proyecto se centra en resolver esta falta de conexión, extendiendo los límites de la terraza y trabajando con el terreno colindante eliminando las diferencias de nivel.

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Finalmente dimos respuesta a las cuestiones para las que fuimos llamados, diseñando una estructura que protege del sol y de la lluvia y al mismo tiempo es el soporte de la glicinia que envuelve el perímetro. Como elementos de cerramiento un vidrio fijo y dos correderas sin marcos maximizan la transparencia y versatilidad del espacio, difuminando los límites interior-exterior.